Muchos países en el mundo no poseen de un sistema adecuado de tratamiento para los residuos sólidos. En nuestro país, más del 40% de los desechos sólidos terminan en botaderos informales. Por lo tanto, el tratamiento de la basura se convierte en una problemática ambiental que también genera consecuencias a nivel social y político.
¿Qué son los botaderos informales?
Los botaderos informales son lugares de disposición final de desechos y residuos sólidos, sin ningún tipo de control. Si bien están situados en áreas abiertas, en la mayoría de los países no son legales por la gran cantidad de problemas ambientales y de salud que generan.
El problema gira en torno a que los desechos y residuos no pasan por tratamientos adecuados, lo cual hace que los niveles de contaminación se eleven y las plagas de animales se multipliquen rápidamente.
Situación actual de los botaderos en el Perú
Actualmente, la disposición final de los desechos sólidos es foco de críticas en el Perú. Las razones principales son debidas a la escasez de los rellenos sanitarios y plantas procesadoras de basura. Cada día es evidente que los residuos en el Perú son un problema que debe tratarse de manera rápida y eficiente.
Solo en Lima, se registran al rededor de 184 puntos que funcionan como botaderos de basura al aire libre. Sin embargo, existen puntos críticos en cuanto al almacenamiento de desechos en todos los distritos, en lugares como Villa María del Triunfo, Villa El Salvador, Chorrillos, San Martín de Porres, Puente Piedra, Carabayllo y La Victoria, el Ministerio de Salud ha tenido que decretar una alerta sanitaria. Según estudios realizados, el 42% de los distritos tiene al menos 1 punto crítico.
Rellenos sanitarios y su diferencia con los botaderos informales
Los rellenos sanitarios son instalaciones diseñadas para la disposición controlada de residuos sólidos, donde se depositan los desechos de manera ordenada y regulada. Estos espacios están construidos con impermeabilización para evitar la contaminación del suelo y el agua subterránea, y se gestionan de manera que se minimicen los olores y la proliferación de vectores, como roedores e insectos. Además, se implementan sistemas de recolección de lixiviados y gases, lo que permite un manejo más seguro y eficiente de los residuos.
Por otro lado, los botaderos informales se ubican en terrenos no habilitados y carecen de infraestructura adecuada para manejar los desechos, lo que provoca contaminación ambiental y problemas de salud pública. En los botaderos, la falta de gestión adecuada puede generar emisiones de gases nocivos y lixiviados que contaminan el suelo y cuerpos de agua.
La diferencia principal radica en que los rellenos sanitarios son gestionados de forma profesional y regulada, mientras que los botaderos informales representan un riesgo significativo para el medio ambiente y la salud de las comunidades.
Por esa razón, Jorge Zegarra Reátegui creó la empresa Petramás, encargada de la gestión integral de residuos. Además, cuenta con el relleno sanitario Huaycoloro y Modelo del Callao.
El aporte de Petramás en el Callao
Años atrás, en el Callao operaba un botadero insalubre llamado «La Cucaracha», debido a ello la región enfrentaba una grave crisis ambiental y sanitaria. Este vertedero, que recibía toneladas de residuos sin ningún tratamiento ni planificación, se convirtió en una fuente constante de contaminación.
Los lixiviados tóxicos provenientes de la descomposición de la basura se filtraban al suelo y las aguas subterráneas, comprometiendo los recursos hídricos locales. Al mismo tiempo, las frecuentes quemas de residuos generaban densas humaredas. Ello, afectaba la calidad del aire, exponiendo a las comunidades cercanas a enfermedades respiratorias y otros problemas de salud.
La situación se veía agravada por la proliferación de plagas como ratas, cucarachas y moscas, atraídas por la acumulación de desechos orgánicos. Estas condiciones insalubres no solo impactaban la calidad de vida de los residentes, sino que también contribuían a perpetuar la percepción del Callao como una zona descuidada y vulnerable.
Desafíos de «La Cucaracha» en el Callao:
El botadero «La Cucaracha» simbolizaba los desafíos pendientes de la gestión de residuos en el Perú, destacando la necesidad urgente de infraestructuras más sostenibles, como rellenos sanitarios y programas de reciclaje. Por ello, un especialista en la gestión de los residuos sólidos, el Dr. Jorge Zegarra Reátegui, actuó en denuncia a esta situación con Petramás, empresa donde es presidente de directorio.
Al ganar la concesión, la empresa peruana inició la reconversión de este espacio tan afectado por la contaminación para reaprovechar el lugar. Tras unos meses de trabajo continuo, el botadero la Cucaracha fue convertido en un relleno sanitario formal bajo estándares de calidad y seguridad, conocido hoy como “Modelo del Callao”.
Por otro lado, esto representó un avance significativo en la gestión adecuada de los residuos sólidos en la región. Un relleno sanitario, a diferencia de un botadero, utiliza tecnología y medidas de control que minimizan el impacto ambiental y sanitario. Esto incluye sistemas para manejar los lixiviados, evitar la contaminación del suelo y las aguas subterráneas, además de controlar la emisión de gases como el metano.
Petramás, empresa líder en gestión de residuos sólidos
Petramás S.A.C. (Peruanos Trabajando por un Medio Ambiente Saludable) empresa privada 100% peruana, fundada en diciembre de 1994, por el presidente de directorio Dr. Jorge Zegarra Reátegui. Dedicada a la gestión de integral de los residuos sólidos, cuyo objetivo es la preservación del medio ambiente a través de sus servicios como el mantenimiento y conservación de áreas verdes, barrido, recolección, transporte y disposición final de residuos sólidos.
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