El transporte público en el Perú es uno de los sectores clave para la movilidad diaria de millones de ciudadanos, pero también representa una fuente significativa de contaminación ambiental y problemas de salud. Desde buses y combis hasta taxis y mototaxis, el sistema de transporte público se caracteriza por una flota vehicular envejecida, altos niveles de emisiones contaminantes y una estructura desordenada que agrava los impactos ambientales.

Uno de los principales problemas es la antigüedad de los vehículos que conforman el transporte público en el Perú. Muchos buses, combis y taxis operan con motores obsoletos que emiten grandes cantidades de gases contaminantes. Estas sustancias son altamente nocivas para la salud humana y están vinculadas a enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Otro factor es el combustible utilizado. A pesar de los avances en la promoción del gas natural vehicular (GNV) y el gas licuado de petróleo (GLP), el diesel sigue siendo predominante. Este combustible es conocido por su alta emisión de hollín, una de las principales fuentes de contaminación del aire en el Perú. Esto, sin contar que muchos vehículos utilizan combustibles adulterados o de baja calidad, lo que empeora las emisiones.
¿Por qué es perjudicial el transporte público para el medio ambiente?
Si nos enfocamos en el transporte público en el país, podemos afirmar que es responsable de una porción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero. Según estimaciones, el sector, transporte genera cerca del 12% de las emisiones totales de GEI en el país. Las ciudades más afectadas, como Lima y Callao, enfrentan niveles críticos de contaminación del aire, exacerbados por la alta concentración de vehículos en mal estado y las frecuentes congestiones.
Según lo comentado por un especialista en cuidado del medio ambiente en el Perú, el Dr. Jorge Zegarra Reátegui, se detalló que la contaminación generada por el transporte público afecta directamente la salud de los peruanos.
Además, la exposición constante a gases tóxicos, como el óxido de nitrógeno, puede causar daños irreversibles en los pulmones y contribuir a enfermedades cardiovasculares. Estas condiciones no solo representan un costo elevado para el sistema de salud público, sino que también afectan la productividad laboral y la calidad de vida de los ciudadanos.
¿Cómo podemos mitigar su impacto?
Para mitigar la contaminación del transporte público en el Perú, es necesario implementar políticas públicas integrales. Entre las posibles soluciones está la renovación de la flota vehicular mediante incentivos para la adquisición de vehículos menos contaminantes, como los eléctricos o híbridos. Sin embargo, contrarrestar los gases que se exponen a diario, es una forma de aportar a esta denuncia ambiental.
Esto fue lo que explicó el empresario peruano, Jorge Zegarra Reátegui, quien, en el 2019, aportó bonos de carbono con Petramás para mitigar los gases contaminantes que se generaban al trasladar a los deportistas a sus competencias y hoteles. Este fue un ejemplo de que es necesario un esfuerzo conjunto entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil para transformar el sistema de transporte en uno más eficiente, limpio y seguro. Solo así se podrá garantizar un futuro más saludable y sostenible para las ciudades peruanas.
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