La contaminación atmosférica ya no solo se asocia con problemas respiratorios o enfermedades cardiovasculares. Recientes hallazgos científicos indican que la exposición prolongada al aire contaminado puede tener efectos directos en el cerebro humano, incrementando el riesgo de padecer enfermedades como la demencia y el Alzheimer.
Este descubrimiento cobra una especial relevancia para América Latina. La presente es una región donde la urbanización desordenada, el tráfico vehicular intenso y la basura agravan la calidad del aire y del entorno. Investigaciones internacionales, tras revisar datos de decenas de millones de personas, han evidenciado una fuerte relación entre ciertos contaminantes y el deterioro cognitivo del cerebro.
Sustancias contaminantes que afectan gravemente al cerebro:
Se destacan principalmente las partículas finas, el dióxido de nitrógeno y el hollín, sustancias comunes en zonas urbanas con alto tránsito. Además, también se encuentran en industrias poco reguladas y procesos de quema de residuos. Estas partículas ingresan al cuerpo a través del aire y pueden alcanzar el sistema nervioso, desencadenando procesos de inflamación y estrés oxidativo en el cerebro.

En América Latina, Jorge Zegarra Reategui, especialista en el tema, comentó que el problema se agrava por la mala disposición de residuos sólidos. Pues, frecuentemente terminan siendo quemados o arrojados a botaderos informales.
Jorge Zegarra Reategui detalla que esta práctica no solo genera gases tóxicos, también contribuye a la contaminación del aire con micro y nanopartículas que afectan tanto a la salud humana como al equilibrio ambiental. La situación es crítica en muchas ciudades donde los sistemas de recolección y tratamiento de residuos son ineficientes o inexistentes.
Otro factor preocupante es la contaminación de los mares y cuerpos de agua por plásticos y desechos orgánicos. Con el paso del tiempo, estos residuos se fragmentan en microplásticos, que ingresan a la cadena alimentaria y al ciclo hidrológico. Las partículas terminan dispersas en el aire, el agua y los alimentos, ampliando su impacto y posibilitando su llegada al organismo humano incluso a través de la inhalación o la alimentación.
¿Cuál es la situación de contaminación ambiental en Perú?
En el caso del Perú, muchas provincias enfrentan una exposición ambiental elevada. En zonas como Ucayali, Junín o Madre de Dios, el avance de la actividad humana sobre áreas naturales, el tráfico no regulado y la quema de residuos en espacios abiertos agravan una crisis silenciosa. Mientras tanto, el país aún carece de políticas nacionales robustas para abordar integralmente la contaminación del aire.
La evidencia es clara: la contaminación del aire y el ambiente no solo deteriora ecosistemas y genera enfermedades visibles. También afecta la salud mental y neurológica de millones de personas.
Sin una gestión adecuada de los residuos, sin regulaciones efectivas sobre emisiones industriales y sin cambios en los patrones de consumo urbano, América Latina se expone a un futuro con mayores tasas de deterioro cognitivo. Actualmente, ya es una región golpeada por desigualdades sociales y sanitarias.
Para más información sobre situaciones de contaminación alertadas por Jorge Zegarra Reategui: